Seguro que has soñado tantas veces con ganar la lotería, que si te preguntaran qué harías con tanto dinero, tendrías clara la respuesta. Lo que probablemente no sabes es el impacto que puede generar en las personas hacerse millonario de golpe. No todo el mundo es capaz de asimilarlo y, en algunas ocasiones, como ya hemos vistos en post como “Personas para las que ganar la lotería fue su perdición“, ganar tantos millones de repente, más que felicidad, puede acabar provocando el efecto contrario.
En la vida pueden suceder hechos inesperados para los que el ser humano no está psicológicamente preparado. Al igual que tampoco lo está la gente que nos rodea. Ganar una enorme cantidad de dinero de golpe, suele dar lugar a amigos que se acercan sospechosamente, a otros que se alejan y a familiares que deciden involucrarse en exceso en tus finanzas.
Según el Dr. Stephen Goldbart, cofundador de Money, Meaning & Choices Institute, que trabaja asesorando a “nuevo ricos”,”cuando alguien se hace millonario repentinamente, hay un impacto profundo en cada aspecto de su vida“. Es lo que el mismo ha denominado “Síndrome de la riqueza repentina”.
Generalmente, las personas tienden a relacionar felicidad con dinero y buscan ser ricos para poder ser felices. Una creencia errónea que tiene como consecuencia que aquellas personas que con 30-40 años lo consiguen, sientan que ya han conseguido todo lo que querían en la vida. Esto provoca una enorme falta de motivación que suele desembocar en una depresión.
Los síntomas que suele presentar el “Síndrome de riqueza súbita” son los siguientes:
- estrés
- ataques de pánico
- sentimientos de culpa
- miedo a perder el dinero
- sensación de sentirse aislado de los amigos
Como todos los sucesos inesperados, asimilarlos puede requerir tiempo y hay unas fases por las que pasa el nuevo rico que tienen mucha similitud con las del duelo.
- Estado de euforia: Al principio todo es felicidad. Al igual que en el enamoramiento, en esta fase la razón brilla por su ausencia y lo normal es gastar mucho dinero en caprichos. Los expertos recomiendan no tomar ninguna decisión financiera en esta etapa.
- Aceptación: Llega un momento en el que la sensación del punto anterior desaparece y el nuevo rico empieza a sentirse vulnerable y a marcar límites.
- Fortalecer la identidad personal. Ser rico no te define y es hora de decidir qué quieres ser.
- Administración del dinero. Si es que consigues llegar a este punto sin haberte arruinado por el camino, es ahora cuando sabes sacarle el máximo partido posible.