En 1946 llegaba el primer juego de azar basado en realizar pronósticos de apuestas deportivas a los sorteos de Loterías de España.

El juego de La Quiniela consiste en pronosticar en 14 partidos de fútbol los resultados de los encuentros en un sistema de 1X2, donde 1 es victoria para el equipo local, X es empate y 2 victoria del equipo visitante; y finalmente pronosticar el pleno al 15, en el que hay que acertar el resultado exacto y el número de goles marcados en un solo partido de fútbol.

El precio de cada apuesta son 0,75 euros y hay que rellenar un mínimo de dos apuestas por boleto, también llamadas columnas. En tus boletos de Quiniela puedes participar también en Elige 8, un juego adicional asociado en el que por 0,50 euros más en tu boleto participarás en el sorteo de un bote diferente, con los pronósticos de 8 partidos que elijas.

¿Cómo puedo mejorar los pronósticos de mi Quiniela?

Aunque los equipos locales suelen ser los favoritos para ganar el encuentro, obviamente no siempre es así.

En la jerga de este juego, los signos X y 2 son conocidos como variantes. Decimos que una quiniela tiene muchas variantes cuando los equipos visitantes han tenido victorias o empates en los últimos encuentros en los que también tenían la condición de ‘visitante’.

Por eso, antes de rellenar tu boleto, es importante analizar previamente los partidos que componen la jornada, los equipos juegan como locales y visitantes, las estadísticas de encuentros anteriores, históricos, tendencias, etcétera.

¿Tienes ya tus pronósticos para la siguiente jornada de La Quiniela?

Pero hacer caso a tu intuición también puede ser importante. A veces se dan resultados sorpresa en los encuentros, incluso cuando todo parece estar claro, una decisión arbitral puede cambiar el encuentro. Si has leído un titular hablando de la lesión de un jugador, haz caso a tu intuición si crees que su ausencia afectará al resultado del partido.

Pero, lo más importante para tener éxito con tus pronósticos, al igual que para que nuestro equipo gane el encuentro, ¡es tener suerte!