Los orígenes de la primera Lotería de la historia
La historia, a veces, es caprichosa y se dedica a hilvanar acontecimientos por aquí y por allá para crear conexiones un tanto sorprendentes. Por ejemplo, aunque puede parecer que la única relación entre la Muralla China, las Bacanales Romanas y la Guerra de la Independencia solo podría ser aparecer en distintas páginas del mismo libro de Historia que estudiamos en el colegio cuando éramos pequeños, lo cierto es que tienen mucho más en común: la Lotería.
La Muralla China es fruto del azar. Y muchas guerras importantes que han marcado el transcurso de la Historia, también, son el desenlace de los resultados de La Lotería. Pero hemos de reconocer que, a día de hoy, los orígenes de la Lotería son todavía un gran misterio.
Se cree que la primera rifa del mundo se llevó a cabo en China a principios del siglo II a.C aunque hay investigadores que señalan que los juegos de azar eran ya muy populares entre los soldados romanos en el siglo III aC. En España la Lotería, tal y como la conocemos hoy en día, no llega hasta 1812. Veamos las distintas teorías sobre su origen.
Los números de la suerte construyeron la Muralla China: El Keno
Imagen: thelottomaster – History of the Lottery
La evidencia más antigua que se conserva respecto a la celebración de una rifa se remonta 2.200 años atrás. Cuanta la leyenda que, en aquella época, China sufrió una serie de ataques feroces por parte del pueblo nómada de los xiongnu y Liu Che, más conocido como el emperador Wu, decidió restaurar la Muralla China para, así, poder mantener alejados a los bárbaros.
Sin embargo, el emperador andaba un poco escaso de liquidez y, por tanto, su defensa flaqueaba. Decidió hablar con su séquito de consejeros para buscar una solución al problema y, juntos, resolvieron crear la rifa del “keno” para armar a su ejército, sufragar la restauración de la Gran Muralla China y hacer frente al enemigo. A día de hoy el keno todavía existe como una modalidad de juego de azar en algunos casinos americanos.
El recurso a sorteos para financiar aventuras militares, obras públicas, infraestructuras portuarias, iglesias y casas de beneficiencia ha sido una constante en los siglos sucesivos. Por ejemplo, Francisco I de Francia autorizó la Lotería en 1520 para llenar sus arcas. Isabel I hizo lo mismo en Inglaterra en 1567. Benjamin Franklin, gracias a la Lotería, consiguió dinero para los cañones con los que luchó contra Inglaterra durante la Guerra de Independencia de Estados Unidos. Y, más tarde, en 1753, se emplearon los fondos de la Lotería para la fundación del Museo Británico. Finalmente, a mediados el siglo XVIII, la Lotería acaba convirtiendose en un instrumento fiscal.
Roma realizaba sus primeros sorteos en orgías y bacanales
Imagen: Museo del Arte – El reino de Flora – The Kingdom of Flora – Nicolas Poussin
Sin embargo, algunos expertos insisten en señalar que, en realidad, los orígenes de la Lotería se remontan un poco antes, a la época de los romanos. Los emperadores celebraban pequeños sorteos privados mientras celebraban orgías y bacanales en sus «domus» o palacios que, aunque no eran de carácter estatal, ya incluían el concepto de juego de azar.
Había distintos tipos de juegos. Algunos utilizaban dados. De hecho, la tradición bíblica cuenta que los soldados romanos se jugaron la túnica de Jesús al pie de la Cruz con unos dados. Otros preferían las bolas: así, en la República de Génova, por ejemplo, echaban a la suerte el nombre de los cinco senadores que debían ocupar ciertas plazas. Para realizar el sorteo, metían en una caja cincuenta bolas. Cinco de ellas estaban marcadas porque eran las que equivalían a los cinco cargos vacantes.
Otros emperadores preferían usar pergaminos que incluían premios como moscas, camellos, esclavos o villas junto al mar. A Augusto le gustaban los juegos de poco valor: disfrutaba repartiendo los postres vía sorteo entre los comensales. Todo lo contrario que Nerón, quien distribuía hasta mil billetes diarios entre los habitantes de su pueblo y repartía premios que hacían que algunas familias se hicieran con auténticas fortunas. Por su parte, Heliogábalo inventó una Lotería muy original, que combinaba lotes de mucho valor con otros de menor interés. Por ejemplo, sorteaba premios que incluían doce esclavos y doce garbanzos, seis vasos de plata y seis de barro o una libra de fruta y una de oro.
La primera Lotería Estatal: La Blancque
Imagen: – ActuaLite – Isidoire Patrois: Francisco I y le Rosso. Château Royal de Bloi / F. Lauginie
Uno de los datos históricos que sí se conocen a ciencia cierta es que la primera Lotería estatal la llevó a cabo el rey francés Francisco I en 1539. Este sorteo se conoce como la “Blancque” y se creó para sufragar las contínuas guerras en las que su ejército andaba metido. El sorteo se realizaba con dos vasijas. En una de ellas se incluían los boletos que se jugaban y en la otra los premios que se otorgaban. Se incluía el mismo número de boletos que de premios pero algunos premios estaban en blanco. Los premios solían ser joyas y dinero.
A partir de este momento, empezó a popularizarse la celebración de sorteos de Lotería en regiones como la India o China. Más tarde, esta tradición llegaría a España.
La Lotería llega a España
Imagen: Villa de Orgaz – Caballería española cargando contra el ejército francés del mariscal Dupont en Bailén. Augusto Ferrer-Dalmau
En España hay dos fechas de la llegada de la Lotería: la Real Lotería Primitiva (antigua) se remonta a 1763; la Lotería Nacional (tal y como la conocemos hoy) surgió en 1812.
El 10 de diciembre de 1763, el rey Carlos III y el Ministro Marqués de Esquilache, establecieron en Madrid la Real Lotería Primitiva o antigua, a imitación de la corte de Roma, en beneficio de hospitales y hospicios. Esta primera Lotería española era muy parecida a la Primitiva actual: el jugador elegía los números. Los premios eran siempre fijos, lo que representaba el peligro de que el Estado perdiera dinero en el caso de que los ingresos fueran más bajos que los premios. Por eso, el Estado suspendió esta modalidad de Lotería en 1862.
La segunda modalidad de Lotería es la que se ha mantenido hasta el día de hoy. Esta Lotería nació en Cádiz el 14 de marzo de 1812, durante la Guerra de la Independencia. Sus orígenes proceden de México y su carácter es totalmente patriótico porque busca recaudar fondos para luchar contra Napoleón. De ahí el adjetivo de Lotería Nacional. En ese momento, todavía no era Lotería de Navidad porque la expresión Sorteo de Navidad no surgió hasta el 23 de diciembre de 1892 cuando apareció en el prospecto de premios. Al principio, la Lotería Nacional utilizaba cédulas de papel aunque, después, en 1813 se sustituyeron por las bolas de madera actuales.
Imagen: AECLOT – Cuarto de billete sorteado en Cádiz en 1812