Con sólo 17 años Jane Park ganó 1 millón de libras en Euromillones. Cuatro años después, asegura que este premio hizo su vida “diez veces peor”. Quiere denunciar a la organización por estrés y emprender acciones legales para que se aumente la edad legal para recibir premios hasta los 18 años.
Cuando en 2013 resultó agraciada con un millón de libras (más de un millón de euros), pensó que era lo mejor que le podía pasar. Ahora que tiene 21 años, un Range Rover, dos propiedades de lujo, infinidad de prendas de marcas exclusivas, se ha sometido a varios tratamientos estéticos y ha viajado por América, España y Maldivas; Jane echa de menos la estabilidad de un trabajo, disfrutar de los viajes con sus amigos y una pareja que no le quiera sólo por lo que tiene.
«Tengo cosas materiales pero al margen de eso mi vida está vacía. ¿Cuál es mi propósito en la vida?” se pregunta Jane. Es ahora cuando recuerda las palabras de su abuela cuando recibió el premio “Es como si te hubiesen dado un arma”. En aquel momento no lo entendía pero ahora ha vuelto a trabajar y está dispuesta a impedir que otros jóvenes se encuentren en su misma situación.
La compañía que gestiona el sorteo, se defiende diciendo que el cambio de la edad mínima para comprar lotería es una labor del Parlamento británico; y asegura haberle ofrecido asesoramiento y apoyo que ella ha preferido ignorar. En cualquier caso, la actividad de Jane en las redes sociales muestra un frenético nivel de vida y, a pesar de sus declaraciones, no parece tener intención de deshacerse de lo que le queda del premio.
Otros casos como el de Jane en Euromillones
“Me digo a mí misma que la vida sería más fácil si no hubiese ganado” asegura Jane, quien al parecer no es la única millonaria británica decepcionada con las consecuencias de haber ganado un gran premio en la lotería. Una afirmación similar era la que hacía el cartero británico que tras ganar el premio, se divorció de su mujer y fue abandonado por su nueva esposa 17 años menor que él.
Esperamos que vosotros resultéis agraciados con un gran premio pronto para que podáis demostrar que, con un poco de cabeza, ser millonario no tiene por qué convertirse en un castigo.
¡Mucha suerte!