Hoy queremos contaros la historia de Crystal Martin, no es millonaria pero gracias a ella podemos entender mejor la importancia que muchas de nuestras madres le dan a que les toque un premio de lotería.

Crystal recuerda como de pequeña se empezó a sentir atraída por la lotería dado que su madre hizo que pareciera una fruta prohibida: “Recuerdo que nunca me permitía ir a las tiendas en las que se vendía lotería. A mis amigos les mandaban a hacer recados, comprar tabaco o dulces, pero a mí no me dejaban. Decía que la lotería empobrecía a los pobres para enriquecer a los ricos. Yo lo veía como un simple juego que te daba la oportunidad de cambiar tu vida. Con el paso del tiempo he logrado entender que mi madre veía los locales de venta de lotería como la extensión de un sueño que para ella nunca llegó a cumplirse”.

Sin embargo, aunque a la madre de Crystal le había preocupado toda su vida educar a su hija lejos de los vicios, sabía que quizá podía tener un poco de suerte y ganar algún premio, así que había estado comprando boletos de lotería esporádicamente sin decírselo a su familia.

“No parecía un vicio malo, más bien una sana afición, un capricho. Ella no bebió ni fumó nunca, no tenía gastos más que en las cosas de casa, siempre fue disciplinada”, asegura Crystal.

El momento en el que ves que te toca un premio de lotería

Y por fin, un buen día el sueño de la madre de Crystal se hizo realidad. Una mañana se despertó con la buena noticia de que habían ganado un premio de lotería. Lejos de una cantidad millonaria, el premio fue de tan sólo 80 dólares. Pero aunque ese premio no cambiara su vida, la sonrisa en la cara de su madre permaneció con ella mucho más tiempo de lo que hubiera permanecido el dinero.

Cuando falleció su madre, organizando sus cosas, Crystal encontró un viejo boleto de lotería con tres series de números dentro de uno de sus bolsos y pensó en por qué su madre lo habría guardado durante tanto tiempo. Preguntó a su padre si eran números especiales para su madre, pero él no supo identificarlos.

Años después su hija la recuerda como una persona que nunca dejó de creer en la suerte.

Un día pasó cerca de una tienda en la que vendían lotería. Llevaba con ella el viejo boleto de su madre, y sintió la necesidad de comprar un boleto de lotería por primera vez. Cuando fue a rellenar la combinación, sacó el boleto de su madre y marcó las casillas con los mismos números. Para ella podía tener algún significado especial y Crystal aún tiene la esperanza.

Esa esperanza y la ilusión de vivir ese momento en el que ves que te ha tocado un premio es la que hace que juguemos a la lotería. A través de TuLotero puedes hacerlo en cualquier momento y desde cualquier lugar.

¡Mucha suerte!