Mark Goodram fue ganador de un premio de 4 millones de libras. Sin embargo no podrá cobrar este polémico premio de lotería porque consideran que lo compró con una tarjeta robada.

Cuando Goodram salió de la cárcel hace unos meses, se reunió con un amigo suyo llamado Ross Watson, quien también tiene acumuladas varias condenas, estando el fraude con tarjetas de crédito robadas entre ellas.

Para celebrar su libertad, los amigos fueron a un establecimiento donde Goodram compró algunas cervezas y un boleto de lotería ‘rasca y gana’. Para su sorpresa el boleto resultó premiado con 4 millones de libras.

Ambos amigos cogieron algo de dinero prestado y se fueron a un pub del centro de Londres de fiesta, donde se hicieron fotos posando con billetes de 50 libras falsos como auténticos ganadores.

¿Logrará cobrar este polémico premio de lotería?

La empresa que gestiona la Lotería Nacional británica ha tomado la decisión de no hacer efectivo el pago del premio, ya que, según su versión, la compra del boleto premiado se efectuó con una tarjeta de débito que solo puede obtenerse teniendo una cuenta bancaria asociada.

El ‘problema’ es que ni Goodram ni su amigo Watson son poseedores de cuentas bancarias. Lo que hizo pensar a las autoridades que podía haberse comprado con una tarjeta robada.

Ante esta situación, los amigos explicaron que habían comprado el boleto con algo de dinero suelto. Pero poco después cambiaron la versión asegurando que un amigo llamado John les había comprado el billete con su tarjeta.

El misterioso amigo no aparece y no dieron sus apellidos ni se aportó ningún dato más al respecto.

La organización niega los pagos de premios de lotería cuando se demuestra que el boleto es robado, pero no se tienen precedentes para establecer un protocolo.

Mark Goodram asegura que llevará el caso a los juzgados por haber retenido sus ganancias y no pagarle el importe de su premio sin haber demostrado nada al respecto.

Por otra parte se ha decidido llevar a cabo una profunda investigación para comprobar el origen de la tarjeta que se utilizó para la compra del polémico billete premiado. Y sólo entonces será cuando tomen la decisión en firme de si deben o no el premio.