Odhar Doherty, un chico de 23 años de edad que vive en Donegal, Irlanda, recibió el mes pasado un premio de un millón de euros gracias a un boleto premiado que su padre le regaló.

Liam, su padre, compró el boleto premiado en un quiosco de la pequeña localidad de Raphoe, cercana a su domicilio. La familia tiene una granja en la que todos ayudan y trabajan, y tras una dura jornada de trabajo el padre decidió regalar un boleto de lotería a su esposa e hijo y quedarse otro para él.

Al día siguiente, Odhar fue al lugar donde los compró su padre para escanearlos y al comprobar los resultados de lotería en la máquina leyó: ‘Felicidades’, pero no se imaginaba que el premio le convirtiese en millonario.

Para poder cobrar el boleto premiado debieron desplazarse hasta Dublín, donde se encuentran las oficinas centrales. Y decidió que era un buen momento para estrenar su nueva vida de lujo, así que alquiló una limusina para recorrer los casi 300 kilómetros que separan su casa de Dublín.

Se olvida el boleto premiado en casa

Al cabo de un rato de viaje, el chico se percató de que se había olvidado de algo importante, tanto que de no volver no podría cobrar el premio: había dejado el boleto premiado en casa. Por suerte se encontraban a pocos kilómetros y pudieron dar la vuelta para recogerlo y finalmente todo salió bien.

Olvida boleto premiado

Imagen Web National Lottery Ireland

Odhar afirmaba que su padre lo había guardado en un lugar seguro, tan seguro para ser honestos, que se les olvidó por completo al momento de salir de casa.

Ahora este joven de 23 años cree que esta pequeña fortuna mejorará su vida sustancialmente, pero que no le cambiará.

Afirmó que no piensa dejar de trabajar en la granja, ya que es una vida que realmente le gusta y que él mismo ha elegido. Además se trata de una granja familiar, así que seguirá trabajando y cuidando de sus animales junto a su familia.

Su padre y él jugaban a la lotería de forma habitual y siempre habían comentado entre ellos en qué gastarían tanto dinero si algún día llegase a tocarles: regalos, viajes, coches… pero nunca imaginaron que realmente les sucedería.

Nunca se sabe en que momento te puede tocar la lotería.

¡Mucha suerte!