El sábado 30 de junio de 2012, la Primitiva tuvo un único acertante de la combinación ganadora. Una única persona había ganado 4,7 millones de euros. Al día siguiente, el lotero de una administración de A Coruña encontró sobre el mostrador un boleto de Primitiva que alguien se había olvidado. Al comprobar si tenía premio, descubrió que era el boleto de lotería premiado. Casi siete años después el boleto sigue sin tener un dueño reconocido legalmente, ya que en todo…