Jerry Selbee es matemático, trabajó para Kellogg y fue la persona capaz de encontrar un fallo en una de las loterías estadounidenses una mañana de 2003, cuando tuvo en sus manos un boleto con las probabilidades de ganar y le resultó que era tan evidente que seguramente ni las autoridades sabían que alguien podía darse cuenta. El truco se encontraba en el funcionamiento del bote, que se repartía en caso de que tras varias semanas (seis de media) nadie hubiese acertado la combinación…